martes, 12 de febrero de 2013

Para pensar...

Un sabio se puso en frente de un público y contó un chiste. Todo el mundo se empezó a reír. Después de un momento, contó el mismo chiste pero esta vez menos gente se reía.
Contó el mismo chiste una y otra vez, pero ya nadie se reía. Entonces él sonrió y dijo: "No podés reírte de la misma broma una y otra vez, pero ¿por qué seguís llorando por lo mismo una y otra vez?"