“Extráñame, cuando el
viento te acaricie y te abrace por mí. Cuando cierres los ojos y no puedas
dormir, cuando la melancolía se vuelva eterna, cuando sientas que el corazón ya
no quiere latir.
Extráñame, dos gramos, un centímetro.
Extráñame como quieras, inconvenientemente, sin querer. Extráñame que yo lo
hago, desde siempre. Desde que te vi por esa calle en mis sueños, desde que te
conocí.”