martes, 30 de julio de 2013

Que no tiene lugar para los débiles...



 He aprendido a sonreír en la sala, y llorar en la habitación, nadie tiene que saber que estoy sufriendo, nadie va a ser capaz de resolver mis problemas, así que no debo ser débil. Siempre voy a traer una sonrisa a la cara, a pesar de que mi corazón este lleno de dolor. Era la manera menos dolorosa para caber en este mundo que no tiene lugar para los débiles.