Y cuanto te espero...
Cada día que pasa, te escribo menos, te hablo más.
Sueño menos contigo, pero tu compañía me es tan grata que ya no quiero soñar;
no, ahora quiero estar todos los días contigo, abrazarte, y más que nada, tomar
tu mano y mirarte a los ojos. Creo que me acerco más sin darme cuenta, aunque
no sabes cuánto lo he esperado, no sabes cuánto te he esperado.