Jaime Sabines.
Quisiera estar
junto a ti, para decir sobre tu oído: te quiero, te quiero, te quiero, te
quiero, te quiero, y repetirlo constantemente, infinitamente, hasta que te
cansaras tú de oírlo pero no yo de pronunciarlo. ¿Cómo marcártelo en un brazo?
¿Cómo sellártelo en la frente? ¿Cómo grabártelo en el corazón?