Y sin
embargo, quisiera decirte tantas cosas que no acabaría nunca. Quisiera contarte
cada sube y baja de mis pensamientos acerca de ti. Quisiera escribirte largas
cartas de cuanto me pasa. Ya sea de cuando estoy triste o de cuando estoy
contenta. Pero no se puede; necesitaría estar cerca de ti, y mirándome en tus
ojos para hacerlo. Y de ese modo nunca me haría falta el tiempo.