Elijo
quererte. No como te lo mereces, pues no soy quién para asumir
responsabilidades ajenas, sino como sé hacerlo; no me cierro a aprender,
ni me cierro a enseñar. Estoy y soy para fluir, estoy y soy para volar.
Elijo quererte. Así como expreso. En libertad y sintonía, con
responsabilidad y alegría. Como ave en plan de vuelo, surcando las nubes
en el cielo y reposando en el pasto pegado al suelo.
Ya
pensado el plan de ataque, declaro mi virtud, abrazo mi decisión: Sin
promesas, ni juramentos lineales, elijo quererte como quiero querer. Sin
redes ni ataduras que encarcelen tu ser.