Me sorprendo
mirando a la ventana sin poner atención cuando me hablan, sonriéndole a
pensamientos que ni siquiera noté que estaba pensando, cantando canciones de
amor en voz alta, esperando una llamada que tal vez no llegará, contándole a
mis amigos de conversaciones probablemente sin significado, viéndome al espejo
dos veces antes de salir, leyendo poemas y textos de amor encontrándoles
sentido, soñando tanto despierta como dormida…
Y al final, me sorprendo a mí misma enamorándome.
Y al final, me sorprendo a mí misma enamorándome.